La primera final de las tres competiciones de clubes de la UEFA de la temporada 2023-24 se disputará en el Dublin Arena en la República de Irlanda, escenario que acoge la 15.° final de la UEFA Europa League entre el Atalanta, que juega una final europea por primera vez en su historia, y el equipo que no ha dejado de acaparar titulares esta temporada, el Bayer Leverkusen. El Atalanta podría convertirse en el primer equipo italiano que levanta el trofeo de la UEFA Europa League, mientras que un 52.º partido invicto del Leverkusen (G42, E9) dejaría a los flamantes campeones de la Bundesliga a sólo un partido de conseguir un triplete en una campaña sin precedentes.

El Atalanta intentará ser el villano de ese cuento de hadas, y los hombres de Gian Piero Gasperini han demostrado una y otra vez que son capaces de derrotar a cualquiera en Europa, sin importar de dónde proceda su rival. La “Dea” se impuso a algunos de los mejores equipos de Portugal, Inglaterra y Francia durante la fase eliminatoria de esta Europa League, ya que eliminó al Sporting CP, al Liverpool y al Marsella para conseguir su lugar en Dublín.

Esos resultados son la mitad de una racha de 12 partidos en la UEL con una sola derrota (G7, E4), mientras que el hecho de haber marcado en todos menos dos de sus últimos 25 encuentros continentales demuestra lo peligrosos que son en el costado ofensivo. El Atalanta también ganó los dos únicos enfrentamientos que ha disputado ante el Leverkusen en su historia, ya que se vieron las caras en los octavos de final de esta competición en la temporada 2021-22, y el hecho de que no sea favorito en esta final con todos esos méritos demuestra lo realmente increíble que ha sido su rival de esta ocasión a lo largo de toda la campaña.

Quedan pocos superlativos para describir los logros de los hombres de Xabi Alonso, cuyos 51 partidos invictos en esta temporada constituyen un récord para un equipo de primera división europea, mientras que su conquista del título convirtió al Leverkusen en el primer equipo que gana la Bundesliga de forma invicta. En caso de sumar 52 partidos sin perder, el equipo se proclamaría campeón de una competición europea por segunda vez en su historia tras levantar la Copa de la UEFA en 1988, y con 53 partidos sin conocer la derrota, Alonso alcanzaría un estrellato estratosférico como entrenador antes de su último partido de la temporada, que se disputará este fin de semana contra el Kaiserslautern en la final de la DFB-Pokal.

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