Las claves del partido:
El guion del encuentro estaba escrito: la necesidad de llevar la iniciativa tocaba la puerta de los jugadores de Países Bajos y el ejercicio de resistencia continua señalaba directamente a los de Polonia. Más allá del prólogo, el debut en la Eurocopa de Alemania, tanto el propio libro en sí como el epílogo estaban por redactar.
Cody Gakpo se cargó de responsabilidad desde el principio: apenas tardó unos instantes en probar a Wojciech Szczesny. Fue un ademán de atosigamiento que se difuminó hasta el punto de que los de Europa del Este golpearon recién superado el cuarto de hora, mediante un saque de esquina, gracias a un letal cabezazo de Adam Buksa.
Los neerlandeses respondieron con premura: Virgil van Dijk, vestido de delantero, probó fortuna con una media tijera; Memphis Depay, que se puso la capa de defensa, mandó el cuero a las nubes pese a estar en una situación ideal; y Tijjani Reijnders, indetectable por el carril central, pecó de generosidad después.
Las amenazas se concretaron gracias a un golpeo de Gakpo que se coló en la portería tras un inoportuno toque de Salamon, que lo introdujo en su portería. Los hombres rebeldes de Michal Probierz contestaron con una buena llegada, aunque el propio atacante del Liverpool y Memphis volvieron a acariciar el gol antes del descanso.
El cuadro de Ronald Koeman demostró que también sabe correr al espacio. Xavi Simons, sin embargo, no dio su mejor pase en una acción prometedora que pudo traducirse en el tanto de la remontada. El técnico de Bytom, insatisfecho, ya había hecho tres modificaciones en el minuto 55: entraron Jakub Moder, Karol Swiderski y Bartosz Slisz.
A raíz de esos cambios y durante un rato, el plantel que vestía de blanco se mostró incluso superior, con capacidad de tener el cuero en territorio rival. El caduco dominio llegó a su fin tras una gran arrancada de Demzel Dumfries, si bien hubo que esperar a la incorporación de Wout Weghorst, el héroe, para dar forma a esta historia (83′).
Recién ingresado al terreno de juego, el potente delantero recibió un pase filtrado de Aké, tras una de esas conducciones ‘made in’ Guardiola, y definió a las mil maravillas… sin control mediante. Los intentos desesperados de Swiderski y Zalewski, ya sin apenas tiempo, no evitaron la victoria de la Oranje (1-2).
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