En cuatro minutos de caos, el Barcelona se quedó el sábado con diez hombres y, tras recibir dos goles en contra, empató a 2-2 contra el Celta de Vigo. Fue su primer empate de la temporada, y perdió la oportunidad de recuperarse de la sorprendente derrota por 1-0 ante la Real Sociedad antes del parón internacional. El Barça tiene ahora la vista puesta en mantenerse entre los ocho primeros de la Liga de Campeones de la UEFA (UCL), donde reside tras tres victorias consecutivas por un margen de más de tres goles después de perder su primer partido.
Ahora se enfrentan al Brest por primera vez en su historia, mientras los anfitriones persiguen la historia sabiendo que podrían convertirse en el quinto equipo que gana al menos cuatro partidos consecutivos por un margen de más de 3 goles en esta competición. Un total de 25 goles en los seis últimos partidos disputados en el Estadi Olímpic Lluís Companys, su feudo temporal, hacen pensar que el Barcelona podría hacerse con ese trozo de historia.
El Brest no será un rival fácil, ya que empieza esta ronda entre los cuatro primeros de la tabla de la fase de liguilla, y es uno de los seis equipos que aún no han perdido en esta campaña de la UCL (3 victorias y 1 derrota). Un punto le bastaría para convertirse en el primer equipo francés, desde el Burdeos hace más de 20 años, que no pierde ninguno de sus cinco primeros partidos en esta competición, una hazaña aún más notable si se tiene en cuenta que se trata de su primera campaña europea.
Su trayectoria reciente no inspira muchas esperanzas, ya que sólo ha ganado un partido de los cuatro últimos choques (P3), y la derrota por 3-2 ante el Mónaco el viernes le deja más cerca de los puestos de descenso que de los seis primeros de la Ligue 1. Un comienzo positivo podría calmar los nervios, y no se puede descartar, ya que los Piratas han marcado un gol en la primera parte en cada uno de sus cuatro partidos de la UCL.